lunes, 17 de septiembre de 2007

Holanda...



El 3 de Septiembre de madrugada nos despertabamos en Barajas tras dos horas de sueño entre maletas, mochilas y mucho suelo para coger el avión a Eindhoven.
Desde allí, todo comienza...
No sé por qué, a la vuelta, nos hemos quedado con una sensación tan satisfactoria.
Teniendo en cuenta lo agobiante que es Amsterdam y la fealdad de Rotterdam (para todos los arquitectos será increíble, pero salvo los levantamientos del puente para que pasaran los barcos, psché) todo el viaje ha tenido un encanto que ha sobrevivido en el recuerdo.


Cada ciudad tiene algo especial,
Utrecht es preciosa, pequeña, juvenil, relajada... Tiene los coffee shops igual que en toda Holanda y poca zona turística (apenas una catedral que estaba cerrada el día en el que fuimos) pero, sobre todo, debería destacar el B&B de Utrecht, a 19 euros la noche con TODA LA COMIDA GRATIS. En serio, una cocinita para que desayunes, comas y cenes... Una gran sala con Internet gratis (en la que dos italianos destripaban Die Hard 4) con instrumentos musicales de todo tipo, que unían a los grupos como nunca había visto antes, gente majísima...
la duda sigue siendo por qué no nos quedamos más...


Amsterdam es el plato fuerte de todos los viajeros de Holanda.
Es una capital, pero una capital diferente.

Tiene el agobio de una ciudad multiplicado por tres, coches y gente, más tranvías y bicicletas...

Hay tiendas para turistas, en los que todo el merchandising es puramente sexual (caramelos en forma de polla, donde se han visto antes?)
En el barrio rojo las prostitutas están bajo techado, como cualquier servicio de atención al cliente, como si fueran strippers...
Los coffee shops abundan más que los supermercados y, mucho más, que cualquier tienda donde comprar una pieza de fruta (una rareza)



En realidad, todo está cerca aunque no lo parece, nuestros viajes al Nieuemarkt, el mercado de las flores, el barrio rojo y Barrio Judío empezaban largos, dando mil vueltas, y terminaban a 10 minutos del albergue...


Pero no tomeis magdalenas en el Dolphins, al menos no antes de comer

Rotterdam es fea
Quizá porque nuestro alojamiento era un mini barquito albergue en el que nos dividimos en habitaciones (yo conviví dos noches con tres neozelandesas) estabamos mas cansados
pero todo es puentes y puentes...
Lo bueno fue coincidir con la feria anual de Rotterdam, donde pudimos ver un auténtico e impresionante barcazo de guerra de los marines, su orquesta y algunas demostraciones que invitaban a unirse a la marina... Y pensar que el hambre casi nos aleja del barco...



Por la noche, Gloria Estefan en concierto... Y Carlos Santana, aunque ninguna cámara le enfocara. Su solo de guitarra en 1 minutos llenó mucho más que la cutre media hora que la cantante cubana obsequió a los sosíiiisimos rotterdamianos
Nuestro último día lo pasamos en La Haya
Es preciosa, con los canales más limpios que vieramos, más verde y organizada...
Coincidimos con un concierto de una ONG y la feria de la ciudad... Todo eso acompañado de los grandes edificios de la capital política hizo que nuestro cansancio valiera la pena, pero en menos de 8 horas teníamos que ir a Eindhoven...
Y allí cogimos el avión y descubrimos una cosa curiosa, que los aeropuertos pequeños cierran por la noche. Eso nos sajó 25 euros de más para pasar la noche en un hostal de allí, a última hora, con la única otra opción de dormir bajo un puente (literal)
y cogimos el avión y, pasada una semana, parece que ya sean años ha desde el viaje...
una penita...
(ME ESTOY VOLVIENDO LOCA CON LAS FOTOS ASÍ QUE NO PONGO MÁS)

jueves, 13 de septiembre de 2007

de vuelta

De vuelta en casa cualquier viaje queda lejano.
Me siento, en 4 dias de rutina y duro curro escolar, como si mi viaje hubiera sucedido el año pasado, como si hace una semana no estuvieramos pasando nuestro ultimo dia en Amsterdam, visitando el barrio judío, antes de irnos a Rotterdam...

Y es que una vez que pisas tu sitio, el lugar en el que estás atado, es cuando sabes que has vuelto a casa, y durante un rato te alegras de que haya vuelto la rutina, de dejar de caminar y de seguir adelante en el ahora, con un viaje como un hermoso recuerdo del que hablar mucho tiempo...

por ahora nada más, los trabajos de la ECAM (único motivo por el que he vuelto, dado que tengo que hacer 3 en esta semana y he estado todo el tiempo currando en ello, desde la misma tarde en que volví) me reclaman

saludos,