jueves, 30 de agosto de 2007

Un nuevo mito sexual


Tal y como dijo Robert Rodríguez en una de las entrevistas que dio cuando vino a España para presentar este homenaje al género grindhouse de la serie B
"Esta película no sería lo mismo sin Rose"
muy bien dicho, Robert, que yéndote a la serie B has hecho tu gran obra culmen, muy por encima de todo lo que hiciste antes. Nunca ganarás un Oscar ni te harán una gran ovación en Cannes los críticos gafapastas que lloraron a Antonioni, pero habiéndome hecho pasar un rato tan divertido te doy un minipunto que compensé la enorme decepción que me yevé con Sin City
Ahora mismo en los cines, y hasta la llegada de Death Proof, es la película más irreverente de la cartelera.
Con diálogos tan mediocres como geniales (el momento de "si ves que se acerca alguien que no soy yo, dispara, y asegúrate de dispararle a la cabeza... - ¿y si es papá? - sobre todo si es papá- ) en compensación con escenas tan buenas como malas (dicen que lo próximo de Rodríguez será la película de Machete... eso espero...) e interpretaciones exageradas en lo propio del género con actores homenajeándose a sí mismos (desde Bruce Willis hasta Fergie de los Black Eyed Peas en una escena propia de Viernes 13) Planet Terror es justo lo que esperaba, una película que homenajea la serie B, muy por encima del fruto del homenaje
Las escenas de acción son una pasada, y los momentos asquerosos esperados, son tan vomitivos como se espera (2D, cómo no), el guión sin ningún interés salvo momentos puntuales y una grabación que, no sólo homenajea el cine conocido como cutre, sino que critica con fuerza al cine americano de acción, alcanzando sus cuotas en sus mejores momentos
pero, como he dicho al principio, lo mejor es Rose McGowan
aquí hay una auténtica Lara Croft que da lo mismo si es tullida o no, sigue siendo la heroína de los comics y las series de los 70
no actúa bien pero qué más da con la sensualidad que desprende hasta de sus pestañas... hubiera hecho temblar a Betty Page en sus mejores tiempos y con razón
de mayor quiero ser como ella... en el próximo Halloween me encantaría ser Cherry, sólo necesito un año intensivo en un gimnasio y cortarme una pierna...
Podría ser más difìcil ¿no?
Recomendada para todos aquellos que sepan diferenciar entre el cine MALO y el cine CUTRE, capaces de entender que Tarantino y Rodríguez hacen historia solamente juntándose con ácidos y comics antiguos...
y que sigan así y las distribuidoras se lo permitan la próxima vez...

viernes, 24 de agosto de 2007

Nacer con 18...

Todos podríamos haber nacido con dieciocho años ¿no?
Lejos de la pubertad y de todo lo anterior...

La vida en dos vidas, una desde que naces hasta los 5 años y otra a partir de los 18

Desde que naces hasta los 5 años no existen los recuerdos, no hay nada, sólo están las batallitas de los padres, de interesantes relatos sobre batallas campales contra los potitos o las duchas y los jarrones rotos o habitáculos en las estanterías de todos tus muñecos, los cuales, en su mayoría fueron a la basura antes de que puedas recordarlo...

y luego está la odiosa adolescencia. al que le gustara, bien, yo desde luego salvo los viajes a Irlanda podría omitir totalmente los 16 hasta los 18.

Tres años de una vida fuera. ZAS y se acabaron...
Son un total de 730 días omitibles. De toda una vida es poco pero, ¿son importantes? ¿de verdad se puede o se debería borrar una época de tu vida?

Es una rallada que te plantean ciertas películas gafapastiles, como catalogan mis amigos, del estilo de la MAGNÍFICA "Eternal sunshine of a spotless mind" (me niego a poner el puto título traducido, para los que no sepan cual es, la película de Jim Carrey y Kate Winslet con el pelo azul)

Es la idea de borrar algo de tu pasado
Gente, momentos de vergüenza, lugares...
ZAS y fuera...
Soy la primera que borraría nombres, caras, circunstancias, frases calladas o dichas, pensamientos inteligentes o tontos, siempre fuera de contexto...

Pero ¿para qué?
Aunque fuera genial poder decir "esa no era yo" "yo jamás hice ni dije eso ni pensé lo otro" o "jamás me gustaría un tío tan gilipollas", SÍ, todo eso pasó... y todo eso es parte de ti, para bien o para mal

Hoy he recordado con Jelens como con 14 años mi duda existencial era mi ausencia total de recuerdos, y la inseguridad y frustración de sentir que no había hecho nada en la vida... y pensar que solo esa absurda reflexion es hacer tanto...
que 14 años es la edad en la que cosas como un preservativo o un tampón (al menos en mi época) daban miedo, y que empezabas a ver que besando a alguien no te quedabas embarazada tal como te había contado tu abuela...
Tanta queja por la ausencia de recuerdos con 14 y, cuando ya los tienes, borrarías tantos...

Pero no, es así.
Todo lo que no recordaba antes de los 14, todo lo que fui desde los 16 hasta los 19 y todo de lo que me avergonzaré de lo que soy ahora, me ha creado

y bueno... tampoco está tan mal...

Aunque hubiera nacido con 18 años habría llegado al mismo sitio, o a otro... ¿y qué importa de todas maneras?

domingo, 19 de agosto de 2007

Capricho del día



Siempre que me despierto mal, quiero algo.
A veces quiero coger el coche e irme a Aranjuez a pasar el día, a veces comprar en el ebay El cuentacuentos, a veces irme al pueblo y, siempre, volver; otras veces ir a ver o llamar a alguien al que tenía olvidado; a veces trabajar o pasarme semanas buscando trabajo, a veces cagarme en todos los trabajos; a veces quererme y a veces querer volarme la cabeza.
Pero hoy ha sido mucho menos traumático que eso, hoy sólo quiero un ramo de rosas.
Eso ha dicho mi cabeza esta mañana y yo enseguida la he hecho callar para seguir pendiente del volante, continuar el camino de baldosas de obra hasta llegar al trabajo.
Había dormido muy poco y el estómago ardía, mientras pensaba en cómo organizar la próxima semana. Era necesario hacer compras, revisiones médicas, ir a trabajar, hacer una limpieza general en la casa, estudiar las asignaturas porque ya es Septiembre.
Pero no me interesa, no pienso en nada de eso, ni me importa, porque solamente pienso en lo bonitos que son los ramos de rosas, lo elegantes que resultan en las casas victorianas de las películas y en cuál será el auténtico tamaño de una rosa.
Lo raro es que piense en plantas, de cualquier tipo, bellas o feas, con la pasión más asfixiante del rojo o la elegancia sosa del blanco, o los cardos, jamás pienso en cardos ni en amapolas, pero hoy es distinto, hoy me he despertado deseando que me llegue un ramo de rosas absolutamente gigante.
¿Por qué? Detesto los ramos, los ramos de flores son algo cercano al homicidio, la tortura por la belleza, igual que aquel que tiene pieles como abrigo, quizá con menos fuerza porque a una rosa no se le oye chillar ni apreciamos como se desangra cuando se corta su tallo, no sólo es una cuestión ideológica, ya es incluso de humanidad, no soporto ver un grupo de cadáveres elegantemente atados, en un gigantesco cementerio desnudo salvo por un elegante papel blanco con un “espero que te guste”, una común broma macabra.
Pero hoy quiero reírme de esa broma, hoy quiero lo que nunca quiero, hoy lo que no quiero, me gusta. Y me encantaría tener una rosa en mis manos, pesarla y acercarla a mi boca para respirar el olor que desprende, entre su olor dulce y el pulgón, como el de un ser amado, entre su propio sudor y el olor corporal que nos alteró la perspectiva por siempre jamás.
Que tuviera espinas, pero no se acercaran a mi piel, ni bichos cerca, sólo la idílica rosa sin un solo indicio del asqueroso mundo real.
Por que el hecho de que quiera una rosa es porque el mundo se está haciendo tan feo y desesperanzado, y agobiante como el infierno, que sólo algo bello puede salvarnos.


Una foto al menos me consuela.

(aunque el formato la haya deformado un poco...)

miércoles, 15 de agosto de 2007

salpica y chapotea...

Bueno, como no sé enlazar vídeos, enlazaré directamente la página, como hago siempre...
http://www.youtube.com/watch?v=sHvXy8T7q0o


Les dedico este vídeo de Alfred J. Kwak, a Ismael y Yolanda... por los buenos momentos que hemos tenido en metro, sobre todo el gigante y yo los sábados y domingos por la mañana del año pasado, entre los que esta canción se convirtió en todo un himno al madrugón


No tenía muy claro cuando iría de visita a las tierras irlandesas, al fin y al cabo el mundo es ancho y hay millones de sitios por ver, pero tienen algo que hace que siempre vuelvas y que entre todos los lugares que discutes para una semana fuera siempre aparezca, es irremediable, aunque algo en mi interior me diga que no es mi lugar, no puedo evitarlo, y entre los Balcanes, Berlín y Gijón, lugares barajados para ir en Noviembre, volvemos a la pequeña ciudad de Joyce, al cesped de Saint Stephen, a los pubs, a los violinistas de Temple Bar y a todas esas zonas que aún no conocemos...

Creo que nunca podré desengancharme, ni aunque logre estarme 2 meses el próximo verano (si mis circunstancias lo permiten), nunca sentiré que lo conozco bien y es lo más guay que tiene, el encanto de siempre querer regresar...

pero antes, tocará mirar la ruta holandesa...

viernes, 10 de agosto de 2007

autofotos...

A veces no sabes qué hacer... Y como hay una cámara de fotos rondando, la idea no parece mala...

Y estás en la cama, y aunque te has vestido para ir a la calle, no acabas de decidirte a ir...

Y la cama es tan cómoda aunque lleves los zapatos puestos...

Y hay alguien en la otra habitación pero no puede atender tus demandas infantiles en este momento, algo a lo que estabas acostumbrado ya en casa...

Y pasan cosas como esta foto, que podrían ser mucho peores...

Como se nota el verano... Y qué poco se nota la apertura del nuevo Ikea por mi pereza... un nuevo centro abierto y yo sin ir a comprar un armario!!


lunes, 6 de agosto de 2007

Grace se estaba quitando la metralla de la oreja una tarde más.
Se miró en el espejo, hoy tenía un día coqueto y sacó sus pinturas de debajo del espejo del baño. Las escondió allí desde la última inspección de los funcionarios del imperio. Uno de ellos se llevó las pinturas para los ojos, según él porque eran tóxicos, pero dada la situación que se había dado en los últimos años en los que la toxicidad no era más que aire común, Grace sabía que era mentira, que sólo pretendía venderlos en el mercado negro. Tampoco le culpó, sacar unos cuantos euros por las pinturas hechas con la piel de un mirlo de una joven conductora de taxis no era nada que alguien echara de menos, ni siquiera ella.
Mientras se pintaba su cara era todo lo que existía de su cuerpo. Lo cierto es que era una belleza, sus ojos, mitad verdes mitad azul bermellón (o eso le decía su madre, por la franja que creaban entre los dos colores cerca de su pupila) eran grandes y de mirada caída y seductora. Su nariz minúscula y torcida a la derecha por la última patada que recibió de la policía hacía dos años y su boca pequeña de un rosa avioletado.
Quizá resaltando su tonalidad grisácea lo mejor siempre eran los tonos rosas y violetas, lo malo es que desde la metralla en la mejilla apenas había vuelto a tener ganas de echarse colorete...
Una pena, pensaba, con colorete ganaba mucho...
Al llegar a los polvos en su cuello tuvo un repentino flash, recordó cómo había empezado la historia de todos, por tanto la suya propia.
Que en un lugar como Arkansas hubiera una explosión nuclear de tipo S-6 no era algo fuera de lo común, y que comenzara una época de mutaciones en masa tampoco sorprendía visto a lo que se estaba llegando con las guerras del siglo anterior y todas las dictaduras permitidas, pero que una mosca violara las leyes estatales de Arkansas atravesando las fronteras siendo portadora de un virus, era algo que el Gobierno no pudo ver, no se pudo impedir de ninguna manera.
El día que aquella mosca la picó había estado jugando a los médicos con Billy, su vecino. Nunca más volvieron a jugar.
Los médicos decían muchas cosas, sus padres también, y la gente de los colegios que no la dejaba matricularse, pero sobre todo eran los chicos, que en vez de alejarse de ella la buscaban, como una fantasía morbosa que les pudiera llevar a la locura máxima. Lo que ellos no sabían era las consecuencias que iba a tener ni que era la única chica que había tenido esta metamorfosis en Arkansas, la otra era Laura Meyer.
Y ahí estaba Grace, arreglándose para conocer a Laura, citadas en media hora a la puerta de su casa.
Tenían muchos recuerdos comunes.
Tenían una visión del mundo.
Y sobre todo, tenían deseos de venganza...

Con esa idea, Grace dejó las pinturas en su sitio, se ajustó los puñales a sus botas altas y colocó la pistola en la tira derecha de su sujetador, dado que era más cómodo al tener el hombro más bajo por ese lado. Y salió.







¿Continuará?

miércoles, 1 de agosto de 2007

Mariachi Bueno

Hoy no se me ocurría nada para subir, y he visto el guión de Mariachi Bueno, mi primera práctica como guionista de encargo en la ECAM.
El que tenga ganas de leerselo, ya que pierde su tiempo, que lo pierda en decirme qué le parece, ¿vale?



1. CASA DE MARCOS Y BELÉN. SALÓN-COCINA. INT. NOCHE.
Un elegante salón con una mesa puesta con comida, puertas cerradas, una estantería con fotos y recuerdos y un sofá en el que se sientan BELÉN y MARCOS, vestidos con trajes de fiesta. Un MAGO, con chistera, varita y capa azul de estrellas actúa frente a ellos. Habla con un acento italiano de falsete.
MAGO
Este truco es vital, fíjense bien.
Nada por aquí, nada por allá...
BELÉN sonríe feliz. MARCOS tiene el rictus torcido y serio.
BELÉN
¿No es genial?
El MAGO saca un conejo de la chistera.
NEGRO- Comienzan los CRÉDITOS
OFF MARCOS
Buenas noches… Para una recogida. Un cuerpo. Marcos Fernández del Río. Sí, eso es. Por partes. Opción reciclaje. Sí, preparado. Gracias.

2. CASA DE MARCOS Y BELÉN. SALÓN-COCINA. INT. NOCHE.
MARCOS, en traje con la camisa arremangada y delantal, algo despeinado, sale por una puerta empujando un carrito. Lleva una corbata deshecha y empapada de sangre. Trae bolsas en el carrito: 2 grandes cerradas, repletas; 1 con una varita y una capa azul estrellada y otra con el cuerpo de un conejo.
MARCOS
Vienen enseguida, tienen otro cuerpo enfrente…
MARCOS baja el tono al ver a BELÉN, sentada, de piernas cruzadas. Ella le mira y se le acerca atravesándole con la mirada. Coge la bolsa del conejo y la de los objetos del MAGO y sale por otra puerta. MARCOS se quita el delantal y ve su corbata manchada. Coge servilletas y jabón. Frota las manchas.
OFF BELÉN
Era un profesional... Y muy caro...
BELÉN vuelve con la chistera puesta y un pañuelo de colores. Mientras él se limpia, ella se mira en el espejo colocándose la chistera.
BELÉN
Si odiabas los magos yo debería saberlo…
BELÉN se pasea por la habitación jugando con el pañuelo.
MARCOS
Pues los odio… Sus capas, sus varitas… Cuando pienso en mi infancia…
BELÉN
¡No seas ñoño! No era tan malo… Podías…
MARCOS
¿Echarle? Hubiera estado feo…
BELÉN deja de jugar con el pañuelo y suspira con fuerza.
BELÉN
¿Y pensaste fingir? Por mí… Era tu regalo…
MARCOS, con la camisa limpia, se acerca a BELÉN, temeroso.
MARCOS
Cari, debemos ser sinceros el uno con el otro… Mentir es un error. Además tenía que hacerlo, por mí, por todos.
BELÉN
Tienes razón, cari. Yo también seré sincera con tu regalo.
Se miran desafiantes.
Suena el timbre. MARCOS se dirige a la puerta. Mira a BELÉN.
MARCOS
Por lo menos hay conejo para mañana.
BELÉN
¡Qué romántico!
BELÉN cruza las piernas y suspira con fuerza.

ENCADENA A:
Luz en el salón y un suave hilo musical. La mesa está puesta. Una tarta en el centro pone “ANIVERSARIO 5º”. BELÉN coge una paleta de metal y corta la tarta. Mira su reloj y después a MARCOS. Le sirve un trozo de tarta.
BELÉN
¿Y mi regalo?
MARCOS
Pronto.
BELÉN
No se te habrá olvidado… ¿Verdad?
MARCOS niega con la cabeza y le acaricia la mano.
BELÉN mantiene la paleta en su mano y juega con ella.
BELÉN
No sé, si tú lo dices, te creo. Yo no digo nada.
MARCOS
La tarta te ha quedado buenísima, cari.
MARCOS sonríe, baja la mirada y mastica. Hay un silencio.
BELÉN
Y tu regalo... ¿Se podría devolver?
MARCOS mastica. Ella mira el reloj y la paleta. Suspira.
BELÉN
Habrás comprado lo más caro a última hora sin…
Suena el timbre. BELÉN mira la puerta y luego a MARCOS, que sonríe y hace un gesto de invitación. Ella, paleta en mano corre a abrir la puerta. Espera un instante, mira de nuevo a MARCOS, que sonríe y abre la puerta. Suenan unos compases de guitarra. En la puerta, un MARIACHI sonríe y empieza a cantar.
MARIACHI
¡México! ¡Méxiiiiiiiiiiicooooooooo!
BELÉN fija sus ojos en el MARIACHI. MARCOS mira expectante.

ENCADENA A:
El cadáver del MARIACHI cae al suelo.
MARCOS habla por teléfono mientras BELÉN limpia la paleta ensangrentado con las servilletas de la mesa.
MARCOS
Buenas noches, Fernández del Río otra vez… ¿Mañana? Uff… Un momento… Cari, que... ¿cómo?
BELÉN
Yo no le toco un pelo. ¿Te dejo la paleta, cari?
MARCOS
Entero. Sí, sí, entero. Pues pagamos el sobrecargo, no importa. Gracias.
BELÉN se sienta en el sofá, se cruza de brazos y piernas.
MARCOS cuelga y la mira. Ella se aparta el pelo digna. MARCOS se le acerca, sonriendo tiernamente.
MARCOS
La primera vez que te vi sonaba una ranchera…
MARCOS tararea una ranchera y baila ligeramente al son. BELÉN ríe.
Empieza a sonar “El día de los muertos” de La Pulquería. MARCOS le ofrece la mano. BELÉN se levanta y comienzan a bailar. Él se dirige a ella en un susurro.
MARCOS
Sólo 3 puñaladas, ¿has estado practicando?
BELÉN le mira incrédula y niega con la cabeza. Se ríen.
BELÉN
¿Y tú? Te voy a comprar una soga, las corbatas son caras...
MARCOS
¿Has pensado algo para San Valentín?
Ella niega con la cabeza. Él le susurra algo al oído.
Se miran y ríen con picardía.
Se besan y siguen bailando, muy acaramelados, olvidando por completo el cuerpo del mariachi a un lado, en el suelo.

FIN

(bueno, generalmente los diálogos están centrados y hay una línea de margen entre los diálogos y las acciones, pero estoy perezosa para corregirlo)