jueves, 3 de enero de 2008

Las Amistades Peligrosas



Esta entrada de hoy se la dedico a Fi (aunque no sé siquiera si la leerá) porque cuando alguien te hace recordar lo especial que es algo para ti, bien vale la pena tomar algo juntas o celebrarlo de algun modo discreto o minimamente intelectualoide. Dado que las compras navideñas nos han destrozado, apenas un café y la entrada bastan...



Dangerous liasons es una novela de Choderlos de Laclos. Una vez intenté leerla en inglés pero entre el desarrollo epistolar y mi nula capacidad para concentrarme en inglés (que lo entiendo, eso sí, pero no soy capaz de visualizar mucho...) no avanzamos muchos, y ¿qué más da si de lo que quiero hablar es de esa gran peli de Stephen Frears?


No recordaba lo muchísimo que me había gustado siempre esta película y lo poco que creo que se ha valorado en los últimos años. Puedes tener largas conversaciones frikis sobre Spaceballs, Ford Farleine y, en otros ámbitos, cuando te calzas las converse, te alisas el flequillo y te pones las gafas de pasta, Ocho y medio y Blow up... pero esta película no nada ahí, está entre ambas, y no consigo entender por qué.


¿Por qué una película con una forma y contenido equiparadas en una genialidad absoluta, moderna en un contexto clásico, eterna en su significado, por qué no sale en el Nickelodeon?


Hoy Fi y yo hemos hablado de ciertos aspectos de la película, aspectos que apenas había hablado con nadie nunca porque no había salido el tema: los diálogos de la película y la relación entre Valmont y la marquesa de Merteuil


Los diálogos se dicen de manera educada y culta, pero son tan bruscos, sexuales y provocadores como jamás pudieran serlo las películas de Meg Ryan, y con muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima más clase que poquísimas películas de los años 80, porque ni Sean Young fumando en Blade Runner llega a tener la clase de Glenn Close diciendo

"porque la vanidad y la felicidad son incompatibles"


Y así cientos de diálogos que pongo a continuación:

- El señor Valmont jamás abre la boca sin antes calcular el daño que puede hacer...

(Madame de Bolanges)


- No quiero quebrantar sus principios, quiero que crea en Dios, y en la iglesia, y en la santidad del matrimonio, y aún a pesar de todo no pueda dominarse

(Valmont, de Madame de Tourvel)


- Tratándose de matrimonio lo mismo da un hombre qu otro (...) Lo que te estoy diciendo es que si tomas las debidas precauciones podrás hacerlo con cuantos hombres quieras, siempre que quieras y de la forma que quieras

(Marquesa de Merteuil a Cecile)


- Creí que traición era vuestra palabra favorita...

No, no... Es crueldad. Siempre me ha parecido que suena más noble.

(Marquesa de Merteuil y Valmont)


- Caí rendido a sus pies y le juré amor eterno... ¿Y podéis creer que durante unas horas creí lo que pronuncié?

(Valmont)


SPOILER (NO LO LEAIS SI NO LA HABEIS VISTO)

-Decidle que me alegro de no tener que vivir sin ella (Valmont, sobre Madame de Tourvel, en un momento de lágrimas absoluto)


¿Fascinados con los diálogos? porque si no lo estais es el momento de pasar al siguiente blog...


Pero la relación entre Valmont y la marquesa es fascinante. Una pareja unida por su monstruosidad, por su desprecio y arrogancia hacia el resto del planeta con dos funciones totalmente distintas, Valmont como un hombre reconocido y, algo respetado, pero perverso de un modo manifiesto, mientras que la marquesa oculta su maldad y odio hacia todos los demás (se describe mucho más al personaje en la película Valmont de Milos Foreman) y le tiene a él como su método de venganza, como ese otro yo con el que es feliz y se comporta como en realidad es (es muy sensual el modo en que se sientan juntos cuando están solos, a diferencia de su escasa cercanía cuando están con más gente), malvada y relajada.


Surge el auténtico conflicto entre ellos por algo que jamás plantearan: el amor.

La marquesa retiene a Valmont a través de su maldad, su perfidia absoluta, pero, en el fondo, ella misma sería capaz de renunciar a todo por él. Pero sabe que él es incapaz de amar ("no puedo evitarlo2), de modo que no lo espera y mantiene un juego para tenerle a su lado y mantener la tensión sexual entre ellos. Para Valmont ese mismo juego es lo más allá de sus relaciones con mujeres hasta que conoce a Madame de Tourvel y se enamora.

Ahí se va el juego a la mierda, porque la marquesa cree que es incapaz de amar, y él también, pero no solo es capaz de enamorarse, sino que se enamora de una mujer bondadosa, alejada de todo lo que son ellos, fuera de toda maldad y que le ama tal y como es sin querer cambiarle y manipularle.


Ahí entra la gran frase de la película: La vanidad y la felicidad son incompatibles...


- No hay mayor victoria para una mujer que vencer a otra...

- Sólo que esta vez no la he vencido a ella vizconde.

- ¿Ah, no?

- Os he vencido a vos...

... Amabais a esa mujer, y lo peor, seguís amandola perdidamente...


y ahí me quedo porque, ante todo, lo que quiero es invitaros a que veais esta película, ¿no os gusta John Malcovich?

esta es su grandíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima interpretación...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta película me suena pero no sé si la he visto anunciada o es que tengo Alzeimer... no sé, no sé...

La verdad, me ha intrigado y la voy a descargar por la burrita.

Estas películas que te tienen en tensión me encantan, son oscuras hasta la última toma (oscura que no sabes por donde van a ir los tiros al final de ella) y suelen aportar mucha luz a temas que desconocemos de nuestros propios comportamientos.
Este actor en particular me encanta... pero fíjate, me da como miedo la cara que tiene. Seguro que es espectácular su interpretación.
Buena recomendación pequeña Airin.

Anónimo dijo...

Sí que la he visto.
Este fin de semana, después de descansar todo el domingo y tocarme los güitos estuve dándole vueltas.
Si que la he visto y es la hostia. Hay algo más que tensión sesuarrr entre los actores, es un juego erótico que va más allá de todo sentimiento... se junta una química de sentimientos/iras/arrebatos/malicia con un conjunto de diálogos que se juntan en miradas... los fotogramas con muy buenos.
Ale, que te sea buena la semana guapa