El hombre que miraba por la ventana

Ojos en movimiento. Marrones, quizá almendrados, quizá simplemente pequeños...
Una barba tan blanca como descuidada que hace difícil calcular una edad...
Una camiseta blanca que marca una barriga dedicada a la hostelería y al alcohol durante años...
Un puro a las nueve de la mañana...
Una mirada penetrante a la calle desde su primer piso de la calle Halcón...

¿Y qué será de este hombre? porque mirar por la ventana para ver las niñas pasar no siempre es por motivos hedonistas...
Hoy le he visto mientras iba por la calle, buscando la oficina del administrador del edificio, una actividad de lo más poética concorde al texto, claro. Y me he encontrado su mirada en tres ocasiones, llamando a diferentes puertas, buscando el edificio...
Las miradas de los pervertidos están claras, vienen acompañadas de un movimiento manual o una respiración reconocible en el gesto... y este no era así
miraba, sin mirar. estaba, sin estar
podría haber desaparecido tras su cortina desvaneciéndose como el humo de su cigarro y no me hubiera sorprendido.
parecía buscar en la calle una novedad, movimiento, algo diferente... una pena vivir en la calle más aburrida de Carabanchel...

quizá era un pervertido y yo no me he dado cuenta...
es que estoy alelada.

y dedico esta entrada a Jelen, mi principal lectora, la más fiel escritora de blogs que conozco.
¡Un saludo!

y a todos los demás, ocultos en la oscuridad de los "no comentarios" (algunos firmais y también os quiero...)